Belén II

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Recuento. Estamos en Israel o Tierra Santa. Hemos llegado a la hermosa ciudad de Belén y vamos en busca del lugar donde nació Jesús. Conviene recordar que el Estado de Israel es la

única nación democrática en esta parte del mundo, con elecciones verdaderamente libres ca-

da seis años y, en donde se respetan los esenciales derechos de: libre expresión, movimiento

y religión.

Hemos llegado a la entrada de la Basílica de la Natividad que fue construida sobre el lugar

exacto donde nació Jesús. Es una enorme construcción de gruesas paredes de piedra, que más parece una fortaleza que una iglesia; pero así se construía en aquellos tiempos. La única

puerta de entrada es tan baja que hay que inclinarse notablemente para poder entrar al inte-

rior de este sacrosanto lugar. Shalom, nuestro dinámico guía, nos explica: – Observen que aquí había una magnífica entrada de arco ojival, la cual fue tapiada para dejar solamente esta

angosta puerta. Se cuenta que…, cuando los turcos se adueñaron de Tierra Santa, al derrotar a los cruzados; la soldadesca, para mofarse de los cristianos entraba al templo a caballo. Esta

fue la razón que motivó a uno de los jefes cruzados a dar la orden, antes de retirarse de estos

lugares, tapiar la puerta principal dejando solamente esta pequeña entrada para obligar a des-

montarse a todo aquel que quisiese entrar a la Basílica y, al mismo tiempo los llevaba a hacer

una inclinación obligatoria de reverencia. El interior es de grandes proporciones y de una ar-

monía perfecta, con cinco naves de altísimas columnas de mármol de bellísimo color rosado.

Esta maravillosa Basílica que hoy tenemos el privilegio de visitar, fue construida por orden de Santa Elena, madre del Emperador Constantino el Grande hacia el año 333 aD (Anno Do-

mini), pero ha sido reconstruida y reformada varias veces a través de la historia. El cuidado de este histórico lugar está a cargo de los frailes de la Orden Franciscana bajo cuya custodia

está la mayor parte de los Santos Lugares en Israel y la zona palestina. Y…ya, al fin, hemos llegado; estamos en el mismísimo lugar del nacimiento del Niño Dios, al final de la Basílica

bajando por una estrecha escalera de caracol; todos guardamos un gran silencio, es un gran

privilegio poder estar aunque sea unos breves instantes en el mismo lugar donde hace más

de 2000 años nació Jesús; aquí vino al mundo y fue puesto en un pesebre que se encontraba a un costado de la cueva. En el sitio exacto hay una enorme estrella de plata y, en la parte su-

perior una inscripción latina que dice: “HIC DE VIRGINE MARÍA CHRISTUS NATUS EST” (Aquí de la Virgen María nació Cristo).

Después de un largo rato contemplando este maravilloso lugar salimos al exterior de la Ba-

sílica para visitar el campo de los pastores. Es un lugar bellísimo con una muy verde vegeta-

ción, hay unas pequeñas plantas con gruesas cepas de varias capas y Shalom nos explica que éste es el famoso arbolito llamado papiro del cual los antiguos fenicios sacaban láminas para escribir sobre ellas y de donde se origina el nombre de papel. Hay una enorme cueva en forma de portal que servía para protegerse de las inclemencias del tiempo a los pastores con sus ovejas. Este es el famoso lugar donde se anunció por primera vez el nacimiento del Rey de Reyes. Aquella noche memorable, la primera Navidad; una gran luz resplandeció en los cielos y se oyó un celestial cántico en las voces de un coro de ángeles que decía: ”GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y EN LA TIERRA PAZ A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD” ¡Había nacido el Salvador del mundo, había nacido el divino niño

llamado JESÚS! ¿Qué les ha parecido? ¡Fantástico, maravilloso, fue un viaje inolvidable! Unas dos mil fotos tomadas me hacen recordar gratamente esta maravillosa visita a la tierra

de Jesús y de María. ¡Recordar es volver a vivir!

FINIS CORONAT OPUS

Belén  II