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Esto de sentir “vergüenza ajena” se está convirtiendo en una costumbre para cada hispano que se respeta a sí mismo y tiene como norte al bienestar común.
Si no es Marco Rubio renegando frente a su “fanaticada te-partita” del compromiso que hizo con la amnistía migratoria para la hispanidad trabajadora, es Ted Cruz amenazando con cerrar las operaciones de nuestro gobierno si el Presidente no se compromete a dejar a los pobres y la clase media del país sin los servicios de salud que necesitamos tener a un costo justo y razonable.
Ya la mayoría Republicana en la Cámara aprobó el pasado viernes una medida para reducir por treinta y nueve billones de dólares los fondos que suplementan planes de alimentos para aquellos que más necesitan apoyo mientras terminamos todos de salir de la peor recesión económica de nuestra época.
Nadie se ha ocupado de mejorar el salario mínimo federal como lo propuso el presidente en su mensaje del estado de la nación. Nadie se ha ocupado de asignar fondos para el mejoramiento de nuestra infraestructura, los cuales crearían empleos bien remunerados a través de todo el país mientras nos preparamos para enfrentar el Siglo 21 con mejores y más modernas carreteras, puentes seguros y transportación ferroviaria a la altura de cualquier otro país.
De crear empleos… Nada. De mejorar al que trabaja con mejores salarios…Nada. De facilitarle la vida y el futuro a los miles de hermanos que trabajan nuestros campos y alimentan nuestra nación… Nada. De garantizar en el país, dizque más rico del mundo, que los pobres, los ancianos y los niños tengan acceso a sus comidas… Nada.
De garantizar que el pobre tenga el derecho a los más básicos servicios de salud… Nada.
Para vergüenza nuestra los líderes hispanos del Republicanismo Ultra-Derechista y deshumanizante no proponen sino daño y destrucción para nuestra gente, que dicho sea de paso, es posiblemente la más humilde.
Don Marco y Don Ted no se dan cuenta que se han convertido en los “peones” de la maquinaria obstruccionista financiada por las corporaciones multibillonarias, que ahora son personas y que quieren devolverle el poder a aquellos que, como en el pasado inmediato les dejan hacer lo que le venga en gana a la hora de buscarse el billete. Esa maquinaria les ha hecho creer que son “material presidencial”, pero les auguro a ambos que no van para ningún lado. Fíjense ambos que tan pronto sus posiciones cruzaron el “charco de la razonabilidad” se han venido quedando solos.
Tan pronto terminen de utilizarlos… como bolsa llena de basura, los van a desechar.
Y de las cenizas de su desaparición… recordarán que hubo valientes que les advirtieron con tiempo que la ultra-derecha en todo momento les dirigió a cavar su propia tumba política.
A Cerrar el Gobierno Muchachos.
A Cerrar el Gobierno
