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Seguro que usted ha escuchado hablar de la autoestima, que si la autoestima alta y que si la autoestima baja, pero ¿Qué es realmente la autoestima?
Para responder a esta pregunta me gustaría compartir una anécdota que viví mientras iniciaba mis estudios en la universidad.
Fue el primer día de clases y todos esperábamos que la profesora se presentarse en clase como es de costumbre, con su nombre y sus credenciales, pero esta vez no fue así. La profesora se dirigió a todos los alumnos con un billete de $100 dólares en la mano y pregunto “¿Alguien quiere este billete de $100?”
Esta no era la forma convencional de una profesora presentarse ante la clase en su primer día, pero definitivamente esos $100 dólares captó la atención de todos. No faltaron las miradas cruzadas y los gestos de dudas. La profesora dijo “no tienen que hacer nada, solo decirme si lo quieren”.
Algunos afirmaron con su cabeza y otros levantando la mano. La profesora estrujó el billete como con furia y volvió a preguntar “¿Alguien lo quiere ahora?”. Nadie tardo en responder de la misma manera.
La profesora dejo caer el billete al piso y lo pisó. Esta vez el billete se veía estrujado, sucio y algo rasgado. La profesora volvió a preguntar “¿Todavía hay alguien que lo quiere?” Por su puesto, nadie cambio de opinión.
La profesora pregunto “¿Por qué quieren un pedazo de papel que esta estrujado, sucio y rasgado?”.
Todos nos mirábamos dudando la intención de la pregunta, hasta que alguien respondió “Porque el billete sigue manteniendo su valor”.
Esta fue nuestra primera lección sobre la autoestima. La autoestima es el amor propio que desarrollamos a partir de nuestra percepción evaluativa sobre nuestra personalidad y carácter. En otras palabras, la autoestima es el amor que usted se tiene a sí mismo, según lo que usted crea de sí mismo. Una evaluación incorrecta marca la diferencia entre la baja o la alta autoestima.
Las personas que no saben auto valorarse tienden a buscar la valoración y la opinión de los demás y a partir de ahí moldean su personalidad. Algunas personas, con frecuencia se decepcionan de sí mismos cuando alguna experiencia personal le confirma la existencia de esta falsa evaluación. Vivir en dudas, sufrir de ansiedad, de inseguridad y tener un pobre sentido de identidad son síntomas que se ven con frecuencia en una autoestima herida.
La autoestima baja sube cundo usted misma/o reconoce sus logros, sus valores, identifica la existencia de sus actitudes positivas, siendo competente, superándose y aprendiendo de sus experiencias, amándose y aceptándose a sí mismo a pesar de sus defectos. Esto desarrolla su propio carácter, hace que solidifique su sentido de identidad y obtenga una personalidad definida.
Debe quedar claro que todos los seres humanos nacemos con un valor indispensable, y al igual que el billete de $100 de la anécdota, que no pierde su valor, usted tampoco pierde el suyo.
Aunque la vida la/o haya estrujado, pisoteado o marcado por las dolorosas experiencias del pasado, y esté llena/o de heridas causada por el maltrato, el abandono o la desvalorización de otros, nada resta el valor real que usted tiene como ser humano lo cual le otorga el derecho a ser respetada/o, y a de vivir con orgullo y dignidad.
Hablemos en serio, nunca se valore a usted misma/o solo a partir de la percepción que otro tenga de usted porque puede terminar hiriendo su autoestima.
Para compartir su opinión, inquietud o sugerencia, puede hacerlo al correo electrónico de hablemosenserio@yahoo.com
Como Medir Nuestra Autoestima