Decisión Histórica

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Jueza autoriza medicinas para morir

La jueza, Nan Nash, de Nuevo México determinó el lunes que pacientes con enfermedades terminales tienen el derecho a que sus médicos les prescriban medicinas que les ayuden a morir, informó la prensa estadounidense.

“Esta corte no puede concebir derecho más fundamental, privado o más integral a la libertad, seguridad y felicidad de los habitantes de Nuevo México que el derecho de un paciente competente con una enfermedad terminal a pedir ayuda para morir”, dijo la jueza de la corte del segundo distrito en Albuquerque, según informaron los medios.

El caso fue presentado por dos doctores que buscaban protección en caso que fueran demandados por proveer drogas que ayudaban a morir a la paciente Aja Riggs, de 49 años, que padecía de un cáncer terminal.

Luego de dos días de juicio la decisión hace de Nuevo México el quinto estado en adoptar esta política. La fiscalía, argumentó que el caso está comprendido en una ley estatal de 1960 que pena la asistencia al suicidio, y afirmó que estudia si apelará la decisión ante la Suprema Corte del estado.

Por su parte, Nash afirmó que “la libertad, seguridad y felicidad de un paciente competente y terminalmente enfermo a pedir ayuda para morir es un derecho fundamental bajo la Constitución de Nuevo México”, señalaron los medios.

Nash también falló que los médicos que ofrecen esa ayuda no pueden ser encausados bajo la ley de asistencia al suicidio, que lo considera un delito grave de cuatro grado.

La asistencia para morir está permitida en Oregón, Washington, Montana y Vermont. La práctica ha sido objeto de debate desde que fuera aprobada por primera vez en Oregón en 1997.

Aja Riggs se ha sometido a fuertes tratamientos de radiación y quimioterapia contra el cáncer avanzado de útero que padece. Ella dijo que quería vivir, pero que también quería tener la opción de poner fin a su vida si su estado empeoraba. “No quiero sufrir innecesariamente al final”, le dijo a Nash durante el juicio.

Y ahora lo puede hacer gracias a la decisión histórica. Esto abre el camino para que pacientes mentalmente competentes pero gravemente enfermos soliciten asistencia a su médico si desean morir.

Todo comenzó cuando los médicos Katherine Morris y Aroop Mangalik presentaron una demanda en marzo de 2012 y Riggs se les unió un par de meses después.

La demanda contaba con el apoyo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Nuevo México; la organización Compassion & Choices, de Denver, una organización sin fines de lucro que trabaja por mejorar los derechos de los pacientes al final de la vida, y la Asociación de Sicólogos de Nuevo México, la mayor organización de sicólogos profesionales del estado, la cual dijo que el suicidio con asistencia y la “asistencia para morir” entre pacientes gravemente enfermos son fundamentalmente diferentes.

“Los habitantes de Nuevo México, tanto sanos como enfermos, ahora disfrutan de tener la paz mental de saber que pueden evitar una muerte prolongada y agonizante”, dijo Laura Schauer, directora de Asuntos Legales de la ACLU de Nuevo México, en un comunicado. (Despachos combinados.)

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