
Algunos padres piensan que otros jóvenes pueden caer en el alcoholismo, pero nunca se han puesto a pensar que sus hijos también pueden ser víctimas de este vicio y en muchos casos se resisten a aceptar esta triste realidad.
El consumo de alcohol en los jóvenes ha aumentado de forma alarmante a pesar de las medidas de seguridad que existen con relación a la prohibición de este vicio, que no deja de ser una adicion sumamente peligrosa.
El alcohol afecta la mente y el cuerpo, en ocasiones de manera impredecible; pero en el caso particular de los adolescentes, éstos carecen del juicio y la capacidad para sobrellevar inteligentemente las consecuencias del consumo de alcohol.
Trayendo como consecuencias los siguientes resultados:
– Accidentes de tránsitos por conducir en estado de embriaguez.
– Muertes por inmersión, suicidios y homicidios.
– Diversos trastornos físicos, como las intoxicaciones etílicas y otros de tipo emocional.
– Aumento de la agresividad y comportamientos violentos.
– Problemas con los estudios que pueden llevar los al fracaso escolar.
– Actividad sexual no planificada y sin protección
– Involucrarse en pandillas, asalto y robo, entre otras.
Por tanto, para evitar que los adolescentes y jóvenes caigan en este vicio la familia juega un papel fundamental.
Por ello, a continuación compartiré algunas sugerencias, que según los expertos en esta materia, los ayudará a evitar que sus hijos se conviertan en alcohólicos.
• Conversar con ellos para conocer qué piensan del alcohol y que conocen sobre el tema, ya que es de vital importancia la influencia, presencia y preocupación de ustedes como padres.
• Es imprescindible escuchar a sus hijos, preguntarles si saben cuáles son los efectos que el alcohol trae a sus vidas, si no les responden ustedes como padres están en el deber de darle las explicaciones que sean necesarias para tratar de convencerlos de lo tan grave que es el uso de esta bebida.
• Enfatizar en los riesgos que se corre al verse rodeados de “amigos” que sólo los incitan a tomar para “disfrutar” de su compañía.
• Hacerles saber que tanto la cerveza, como el vino y todas las bebidas preparadas, pueden llevarlos a la adición.
• Nunca vayan a caer en el error de algunos padres que piensan que animándolos a tomar con ustedes van lograr más acercamiento con ellos.
Sus hijos deben acercarse a ustedes sin tener que permitirle las cosas que los pueden dañar en el futuro de sus vidas, lo que más lo une a ellos es una buena guía y el amor que sean capaces de transmitirles, dialogar, escucharlos y ayudarlos a tomar las mejores decisiones que los lleven a vivir una mejor vida.
Vale recordar, el alcoholismo en los adolescentes se desarrolla más rápido que en los adultos, inclusive pueden caer en el vicio con menor cantidad de alcohol.
Sin embargo, para que un adulto se convierta en alcohólico, puede tomar 10 años; en cambio, un adolescente puede convertirse en alcohólico en solo 10 meses, esto es debido a sus niveles hormonales, su metabolismo y estatura.
Por ello es de vital importancia que los padres de familia estén muy atentos a sus hijos, dialogar y compartir con ellos con el fin de evitar que puedan caer en este tipo de vicio del cual tal vez nunca puedan salir.
Tengan presente que el consumo de alcohol es la puerta de entrada a cualquier otra droga.