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Gandhi, lo escribió muy claramente “El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes” (Mahatma Gandhi).
La humildad es la virtud de reconocer nuestras limitaciones, nuestras debilidades y vivir en congruencia con ellas.
“La historia cuenta que el primer Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos fue una celebración de tres días en la Colonia de Plymouth (hoy parte del estado de Massachusetts) en el año 1621. Los colonos habían llegado el año anterior y no tenían suficiente alimento, y ya era tarde para sembrar cosechas. La mitad de la colonia pereció durante el invierno de 1620–1621. En la primavera, los indígenas de la zona enseñaron a los colonos a sembrar maíz y otros cultivos, y los ayudaron a cazar y pescar. En el otoño de 1621 los colonos obtuvieron excelentes cosechas y en agradecimiento, invitaron a los indígenas a compartir un banquete. El festejo de esta cosecha se convirtió en una actividad habitual. El Día de Acción de Gracias se realizaba en diversas fechas, hasta que en el año 1863 el presidente Abraham Lincoln proclamó el último jueves de noviembre como feriado nacional del Día de Acción de Gracias…” Extraído de (www.usa.gov).
Lo que no destaca esta historia es que los indígenas y los colonos no hablaban el mismo idioma, no tenían las mismas costumbres culturales, ni creencias religiosas. Además, los colonos venían a ocupar sus tierras. ¿Qué les ayudó a poder aceptar sus diferencias? Estos dos grupos no podían ser mas diferentes y por motivos obvios hasta podían ser enemigos, pero el sentido común prevaleció por encima de los intereses territoriales, y sus diferencias culturales. Prevaleció la humildad, fueron capaces de aceptarse, adaptarse, reconocer sus limitaciones, aprendieron a trabajar en equipo y juntos festejar sus logros. Esta tradición no solo exalta el buen habito de ser agradecido, pero también la utilidad de ser humildes.
La diversidad del ser humano enriquece nuestra naturaleza y es imprescindible para la sobrevivencia humana. Cuando existan diferencias entre aquellos que nos rodean y nosotros, aprendamos de los colonos y los nativos, seamos humildes, aceptémoslos, adaptémonos, y nutrámonos de las deferencias de ideas, de costumbres, de estilos de vida. Esto no solo es útil aplicarlo a nivel social, pero también a nivel personal. Si mira con humildad a su alrededor, siempre va a encontrar a alguien que tenga cualidades que usted no tiene y a otros que le falten cualidades que usted ya ha perfeccionado. Lejos de separarnos, criticándonos, marginándonos y acentuando las diferencias que nos distinguen, entendamos que dando lo mejor de nosotros y aprendiendo de lo mejor de los demás, podemos reducir nuestras necesidades al igual que la redujeron los colonos en su época.
Hablemos en serio, es fácil querer, colaborar y compartir con aquellos que son compatibles con nosotros mismos, pero el éxito está en tener la humildad necesaria para poderlo hacer en paz y celebración con aquellos que no lo son.
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El Día de Acción de Gracias nos habla de humildad