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Si alguna vez se ha preguntado ¿Por qué siempre me pasa lo mismo? Si en ocasiones notas que parece repetirse el mismo problema sin importar el lugar ni las personas que están a su alrededor, quizás le sea útil prestarle atención a esta historia. Cuentan que un día, un padre caminaba entre las montañas con su hijo; de pronto, el niño tropieza, y cayendo al suelo grito Ah! el niño se sorprendió cuando escucho un grito como el de él. El niño preguntó: ¿Quién está ahí? ¿Quién está ahííí…? le respondió una voz y enfadado por la respuesta, el niño grito ¡Cobarde! La voz respondió otra vez: ¡Cobardeee…! Enfurecido ya grito: ¡Imbécil! y el niño confundido le preguntó a su padre: -¿Qué es lo que sucede? El padre, sonriendo respondió: Hijo mío, escucha esto y mientras caminaba hacia la montaña, gritó: ¡Te admiro! la voz respondió: ¡Te admirooo…! Grito una vez más: ¡Eres el mejor! y la voz le respondió: ¡Eres el mejooor…! El niño seguía confundido; es el Eco, explicó el padre, pero también es la vida. Igual que el eco devuelve el sonido de tu voz, la vida te devuelve todo lo que dices o haces. Lo que vemos e interpretamos como mundo y vida no es más que un reflejo de nuestras acciones y forma de pensar; por lo tanto, si quieres más amor, ama más; si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean; si quieres recibir una sonrisa, sonríe más. La vida te dará de regreso, exactamente aquello que le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de tus palabras y de tus acciones. Si se tomo su tiempo para reflexionar sobre esta historia, sería justo preguntarse ¿De donde nacen mis palabras y mis acciones? ¿Cómo aprendí a percibir e interpretar al mundo y sus experiencias? ¿Quién me graduó los lentes que hoy me hacen ver el mundo y la gente de la forma en que lo hago? y ¿cómo saber cuál es la graduación correcta? Pues bien, la respuesta más común que escucho es “la vida” “la vida me enseñó”, pero seamos honestos si los resultados que estas teniendo hoy no son los que tú quieres, entonces “la vida” no es una buena maestra, no le enseñó a ver la vida de forma que al reflejarse de vuelta a usted le fuera placentera. ¿Qué tal si nos ahorramos el tiempo y dejamos de buscar los culpables y las razones por la que hoy vemos el mundo de la manera en que lo vemos y simplemente reconocemos la necesidad de un cambio de lentes, dándonos a la tarea de crear una perspectiva de vida más práctica? Para empezar, ámese más a usted mismo/a, cuide las palabras que usa para autocriticarse, sea paciente, bondadoso/a y comprensivo/a con usted mismo/a. Usted si merece ser feliz, usted no está en este mundo por accidente, ni está leyendo esto por casualidad. Usted tiene una misión en esta tierra y esa misión empieza por asumir la responsabilidad de su felicidad. Practique el positivismo, ejercite el entusiasmo aunque los que estén a su alrededor lo hayan perdido, mantenga vivo sus sueños, ellos son su mejor razón para vivir. No dude de su potencial para alcanzar sus metas, no se compares con los demás. Sonría cada vez que puedas, el humor es saludablemente contagioso y alivia cualquier herida que tenga el alma. Demuestre más su amor por los demás en vez de reclamar como quieres ser amado. No imponga su fe a nadie, pero abrácela con toda sus fuerzas, apártate de aquello que no te aporte felicidad, de lo que se enmascara de seguridad, protección, placer o cualquier otra cosa que se parezca, pero que solo intoxica tu vida. Aprende a escuchar tu propia voz, no repitas ni vivas por las reglas que se trazan otros para vivir ya que su vida no es igual que la tuya, ni sus tiempos los tuyos. No temas a las críticas ni dejes que te detengan, aquellos que se detienen en el camino les encanta tener compañía para no sentirse solos en su derrota. No te crees falsas expectativas ni idealices a nadie, para que no te sea fácil decepcionarte; no quieras competir con nadie, pero si lo haces, hazlo contigo mismo. Por último, vive en espíritu de gratitud, no trajiste nada a este mundo y nada te podrás llevar ya que estamos en este mundo para disfrutar de aquello que se nos ha dado por el tiempo que sea y dejar lo mejor de nosotros a aquellos que nos siguen los pasos.
A partir de hoy usted puede escoger como va a ver la vida. Según la elección que usted haga será la respuesta que la vida le dé. Hablemos en serio, el más influyente arquitecto de su destino es usted.
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El eco