
(AP) — Al principio, pensó que ayudar a Donald Trump a comprar ropa interior femenina en una tienda departamental de lujo sería simplemente un “incidente divertido en Nueva York”.
Incluso cuando el entonces empresario la invitó a pasar al probador mientras ambos se desafiaban a probarse un ceñida bata transparente, E. Jean Carroll imaginó que sería algo similar a un guión que había escrito para el programa cómico “Saturday Night Live”.
Pero poco después, “mi única razón para estar viva en ese momento era salir de ese cuarto”, declaró Carroll el miércoles en el juicio de la demanda que interpuso por violación.
“Estoy aquí porque Donald Trump me violó, y cuando escribí sobre eso, él dijo que no sucedió. Mintió y destruyó mi reputación, y he venido aquí a tratar de recuperar mi vida”, dijo Carroll al jurado.
Al subir al estrado para dar un testimonio que por momentos la obligó a romper en llanto, desde otro lugar, Trump reiteró que la denuncia de Carroll sobre una violación en 1996 es un relato de ficción absoluta. Se refirió al caso como “una farsa inventada”.