Golpe mortal al cartel más sanguinario de México

0
691

Fuerzas de la Marina mexicana asestaron esta semana un golpe probablemente definitivo al cartel de Los Zetas, la organización de narcotraficantes más sanguinaria del país.
La detención de su actual líder, Miguel Ángel Treviño, alias el Z-40, en Nuevo Laredo, ciudad del Estado de Tamaulipas fronteriza con Estados Unidos, se considera uno de los más importantes logros de las autoridades mexicanas contra las drogas.
Su captura es también el primer gran éxito del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto contra el narcotráfico en un momento en el que cundían las dudas sobre la eficacia de su nueva estrategia de seguridad.

El último clavo en el ataúd de Los Zetas

La caída del Z-40, conocido por la brutalidad y sadismo con que eliminaba a sus enemigos —desmembrándolos o quemándolos vivos— , marca el final de un cartel muy debilitado desde la muerte de su anterior jefe, Heriberto Lazcano Lazcano, en la ciudad de Progreso (Coahuila) en octubre del año pasado.

“Es el último clavo en el ataúd de Los Zetas como organización cohesionada a nivel nacional”, afirmó el experto en seguridad Alejandro Hope, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“Seguirá habiendo zetas, células criminales errantes que adapten ese nombre porque la marca tiene valor”, añade este analista, “pero no existirá más como organización coherente”. El vacío de poder tras la detención del Z-40 generará probablemente, según consenso de los expertos, más violencia, sobre todo en Nuevo Laredo y Piedras Negras, localidades fronterizas con EE UU y bases de la influencia de Los Zetas en los últimos años.
Asimismo, opina Hope, el cartel de Sinaloa, dirigido por Joaquín el Chapo Guzmán, puede aprovechar la nueva circunstancia para “intentar entrar en el Estado de Nuevo León, lo que lleva intentando desde 2004”. Eduardo Guerrero, coordinador de la Consultora Lantía, considera, por su parte, que el principal foco de violencia vendrá de la ruptura de la alianza que hasta ahora mantenían Sinaloa y el cartel de Jalisco Nueva Generación.
Pese a que el número de carteles se ha reducido de 12 en 2011, un año que marcó un pico en la violencia que azota México, a nueve en la actualidad, hay que tener en cuenta que han aparecido otros grupos más pequeños como Sangre Zeta (disidentes de la organización del Z-40), Los Coroneles (escisión del cartel de Sinaloa) o Golfo Nueva Generación, que actúan de forma independiente.

El cartel de Los Zetas fue formado por un grupo de desertores de las fuerzas especiales del Ejército mexicano a finales de los años noventa como brazo armado del Cartel del Golfo, alianza que se rompería en 2010. Con una táctica militar basada en la ocupación del territorio y la creación de franquicias a través de grupos del hampa locales que ponían a su servicio, ensangrentaron el Golfo de México en los últimos años. Sin embrago, los expertos creen que pese a su violencia nunca lograron arrebatarle la supremacía en el tráfico de drogas al cartel de Sinaloa, lo que les llevó a dedicarse al tráfico de inmigrantes, el secuestro, y la extorsión, entre otros delitos.
La captura del líder de Los Zetas se produjo en la madrugada del lunes cuando viajaba en un todoterreno con otras dos personas que también fueron detenidas. En el vehículo llevaban ocho armas largas y dos millones de dólares. En la operación, según el portavoz de la Secretaría de Gobernación, no fue necesario disparar un solo tiro, un dato que contrasta con los golpes al narcotráfico del sexenio anterior. Durante la presidencia de Felipe Calderón los capos de los carteles eran abatidos en un baño de sangre.

Golpe mortal al cartel más sanguinario de México
(Despachos combinados)