Jugando con las estadísticas

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Conociendo nuestras raíces de Puerto Rico por Rafi Escudero

Las estadísticas representan una de las más impresionantes formas de entretenimiento en nuestra nación.
Las favoritas nuestras son las que se relacionan con los deportes. El record de ganados y perdidos de nuestro equipo favorito. El promedio al bate de la estrella del beisbol.  La mayor puntuación del baloncelista que “carga” la marcha ganadora de su escuadra. El número de asaltos que ganó el boxeador camino al campeonato y la cantidad de “knockouts” versus victorias por decisión en su carrera.
Se nos escucha a diario llenarnos la boca con el conocimiento que tenemos de las estadísticas relacionadas con nuestro deporte favorito.  Nos envolvemos a “calzón quitao” en largas y profundas discusiones acerca de nuestro “entretenimiento favorito” utilizando nuestros grandes conocimientos estadísticos que con él se relaciona.  Pero mientras ponemos todo nuestro intelecto y esfuerzo en el deporte, nuestro liderato político nos pasa “gato por liebre” en las estadísticas verdaderamente importantes. Esto constituye la razón principal de que no tengamos,  para analizar los problemas de nuestra vida diaria,  la misma información que poseemos para analizar los resultados del juego de anoche.
De cada diez personas encarceladas en la nación por la comisión del mismo crimen… REPITO: por la comisión del mismo crimen:  seis son negros, tres son hispanos y uno es anglo-sajón (blanco).  Si esa estadística refleja el comportamiento de nuestro sistema judicial al momento de dictar sentencia, eso significa que de cada diez jóvenes que el sistema encarcela, nueve van a pertenecer a las minorías y tres van a ser hijos nuestros.  En esas mismas proporciones se comportan los Tribunales a la hora de determinar quienes son elegibles para recibir las oportunidades de libertad bajo palabra (parole). En esos casos por cada diez que son elegibles para este privilegio, ocho anglo-sajones se benefician del mismo mientras que solo dos negros y/o hispanos lo reciben.
Este pasado domingo el flamante Speaker de nuestra Cámara de Representantes declaró en entrevista que  la economía de nuestra nación tenía prioridad sobre la resolución del problema de inmigración.
Llevémoslo al análisis estadístico. Si mañana por la mañana… ONCE MILLONES de personas comienzan a pagar sus impuestos, su seguro social, su medicare y pueden por fin caminar tranquilos a la luz del día… el presupuesto gubernamental recibiría sustanciales contribuciones que hoy no recibe.  Haciendo un análisis estadístico conservador: si cada una de esas personas contribuyese un promedio de cincuenta dólares semanales dividido en las partidas antes mencionadas, dicha contribución representaría un ingreso de Quinientos Cincuenta (550) MILLONES DE DÓLARES… SEMANALES al aparato gubernamental.
Eso sumado a la estadística de que, porque esas personas llevan a cabo el trabajo agrícola, de construcción y de ornato, los precios en el supermercado, la construcción y el mantenimiento de propiedades, entre otros, se mantendrían estables para el consumidor.
Siga jugando a las medias verdades Sr. Boehner. El día en que una naranja nos cueste dos dólares y una casa de reparto nos cueste un millón. El día que el jardinero cobre quinientos dólares por arreglar un patio sencillo… nos acordaremos de usted.
Mientras tanto, a mis hermanos hispanos les digo: Estudien las estadísticas que afectan a nuestra gente, que afectarán a nuestros hijos, y las que con orgullo constituyen nuestra contribución a la Nación.
Después que conozcan bien éstas… entonces ocúpense del futbol y el beisbol.