
Rafi Escudero
“Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre.
Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes»”.
Leyendo este pensamiento, cualquiera diría que su origen emana de algún lugar en el pensamiento “liberal” del Partido Demócrata de los Estados Unidos. Más aun, el mismo evoca miles de razones por las cuales el ala derecha del Partido Republicano nacional catalogaría a su autor o autores de ser “socialistas”, palabra favorita de los defensores de la soberanía del poder económico absoluto sobre las necesidades cotidianas del hombre común.
El pensamiento anterior en su totalidad constituye una de los planteamientos contenidos en la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA “EVANGELII GAUDIUM” DEL SANTO PADRE FRANCISCO, hecha pública a finales del mes de noviembre de 2013.
Identifica el nuevo líder del catolicismo en el mundo los resultados producto del egoísmo de nuestras corporaciones multimillonarias cuyo único propósito es el de hacer dinero, cueste lo que cueste, sin importar a quienes se llevan por delante, sin importar si los demás tienen lo necesario para comer, vestir y llenar sus necesidades y las de sus hijos.
Claramente sugiere que le digamos “NO A UNA ECONOMÍA DE LA EXCLUSIÓN Y LA INEQUIDAD”… que le digamos NO a la economía dentro de la cual hemos estado viviendo, la que nos llevó cuesta abajo a la recesión que afectó nuestra vida socio-política durante los últimos veinte años.
Y saben que: la diseminación de esta exhortación apostólica del Santo Padre no ha sido objeto de comentario y análisis en nuestra nación. La derecha no ha dicho NADA para enfrentar su contenido humanitario y sorprendentemente, la izquierda tampoco.
No podemos permitir que el mensaje del verdadero amor al prójimo contenido en la exhortación del Santo Padre nos pase por encima sin pena y sin gloria. Vamos a continuar compartiendo y analizando su contenido.
Después de todo el “EVANGELII GAUDIUM” habla de las cosas en que creemos.
La Hipocresía Bipartita