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Hace algunos días, antes de que por fin solucionaran los problemas que
tenían los puentes de Flagler y el de Main Street en Palm Beach, escuché
las noticias en una de las emisoras locales, que la alcaldesa de Palm
Beach Gail Coniglio dijo que una de las soluciones para terminar con el congestionado tráfico era que quienes vivimos en West Palm Beach, nos
fuéramos a nuestros trabajos hasta Palm Beach, en b i c i c l e t a.
¡tremenda solución!
Lo anterior me puso a pensar en algunas cosas, como por ejemplo: ¿Así tan
fácil es para esta señora solucionar un problema que acarrea tanta dificultad
a miles de personas? Lógico, ella no tiene ningún problema porque viviendo
en Palm Beach no necesita pasar el puente. Bien dicen por ahí: “es muy fácil
mirar el toro desde la barrera”.
Si esto es con un solo problema y bastante complicado, cómo sería tratando de
encontrar soluciones a tantos otros? No puedo afirmar bajo qué condiciones propuso esta alternativa; pero si pensé que posiblemente ella queriéndose unir
a la comunidad en una dificultad de esta naturaleza, demostraría calidad humana
y seguramente en contra-prestación por éste buen gesto, aseguraría una reelección; palabra que está de moda en todo el continente americano.
Posibles soluciones pudieron haber sido: Trabajar en equipo con el departamento
del Sheriff para tener apoyo logístico de su personal especializado en la materia.
Reprogramar el tiempo de los semáforos del área a fin de agilizar la evacuación
vehicular; y otras más que me reservo porque estas tareas son inherentes a la
labor de su equipo de colaboradores.
Quiero ser positiva y pensar en que estas situaciones no se presenten con relativa
frecuencia porque son muy dañinas para la ciudad y la comunidad en general;
comunidad que requiere, merece y necesita soluciones rápidas y efectivas
a fin de sentirse como lo que es: parte integrante e importante de una sociedad
que debe ir en vía de superación día a día.
Lo que tenemos que escuchar