
No es secreto que en la actualidad en este convulsionado mundo tenemos muchos interrogantes sobre lo que será el futuro de los niños y de la juventud quienes tendrán bajo su dirección, conducción y manejo, la formación de la humanidad
en los todos los campos, aspectos y niveles como el familiar, religioso, educativo
político, educativo, legal, médico, educativo y muchos más.
Lógico es colocar en primer lugar a la FAMILIA, porque es el núcleo de la
sociedad, es quien se encarga de impartir valores a sus miembros. Con éstos
valores una persona puede desarrollarse cumpliendo las normas establecidas
y lograr muchas metas propuestas dentro de un marco moral y legal.
En la familia se pretende formar hombres y mujeres de bien con principios y valores. Las familias no son iguales; unas más numerosas que otras, con costumbres, tradiciones y culturas diferentes pero finalmente todos tenemos
una familia.
La familia no funciona sola y tiene como aliada a la educación. Esa educación
nace en casa y, de un alto porcentaje de ella depende la formación general que sus
miembros obtengan, cultiven, fortalezcan, protejan y conserven.
Hablar de la familia y de los hombres del mañana es un tema muy extenso, amplio,
complicado. Es un tópico que merece ser tratado con sabiduría, respeto y amor.
Como la educación empieza en casa y con los niños quiero compartir con ustedes
un mensaje que encontré en el cual podemos reconocer la importancia que debemos dar al medio en que se desarrollan los niños. No tiene nombre de su autor.
El niño
Si un niño vive criticado, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive avergonzado, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser tolerante.
Si un niño vive con estímulo, aprende a confiar.
Si un niño vive apreciado, aprende a apreciar.
Si un niño vive con equidad, aprende a ser justo.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe.
Si un niño vive con aprobación, aprende a quererse.
Si un niño vive con aceptación y amistad, aprende a hallar amor en el mundo.
Los hombres del mañana | Semanario Accion