Mártires contemporáneos

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Cuando de mártires se trata, de inmediato nuestra mente se traslada a los primeros tiempos del Imperio Romano, cuando los cristianos eran enfrentados a los leones en el circo. Pero no hay que ir tan lejos; aquí en nuestra América hemos tenido muchísimos más mártires en pleno

siglo XX que en los primeros siglos de la Roma imperial. En la revista mejicana “Hechos”,

se comenta que en tiempos del gobierno despótico de Plutarco Elías Calles, en la década de los veinte, hubo más mártires cristianos en todo Méjico que en los tiempos del Emperador Nerón.

Se narra un hecho realmente cruel e inhumano que sucedió en el estado de Jalisco. El ejército había detenido a un joven católico de unos 18 años y quisieron obligarlo a gritar: ¡abajo Cristo!

No puedo, respondió el valiente joven, yo soy católico. -¿Eres entonces revolucionario? Le preguntó el jefe de los militares. -Revolucionario, no…simplemente soy católico y no puedo

renegar de Cristo; contestó valientemente el joven. Inmediatamente lo tomaron, lo ataron a un

automóvil y lo arrastraron por la calle hasta llegar al frente de la casa de sus padres. Está todo

ensangrentado y lleno de polvo. De nuevo le increpan: -Grita bien alto ¡VIVA EL GENERAL

CALLES! y te vamos a soltar. El valiente joven, haciendo acopio de todas sus fuerzas contesta:

– Está bien, voy a gritar. Lo ayudan a ponerse de pie y… recostado al destartalado automóvil

lanza con toda su energía un estentóreo grito, para que todos lo puedan oír: ¡VIVA CRISTO

REY, VIVA MÉJICO! Entonces, aquellos desalmados le acometen a bayonetazos, así piensan

rendirle. Una vecina corre y le avisa a la madre: ¡Corre mujer, quieren que tu hijo reniegue

de Dios! La desconsolada madre sale temblando. Su único hijo de apenas 18 años está tendido

en el suelo, ensangrentado, lleno de polvo y lodo…Sigue una escena que hiela la sangre del más valiente. La madre se inclina sobre su hijo lleno de convulsiones y le dice con voz recia y fuerte: Aunque te maten no reniegues de tu fe. La fe es más valiosa que la vida, ¡VIVA CRIS-

to REY! El joven hace un último esfuerzo y repite con su madre: ¡VIVA CRISTO REY! ¡y…

muere…alli en la calle…en los brazos de su querida viejecita! sucedió en el año 1927 en Méjico ¡Valiente joven, valiente madre!

Pero; todavía, en la actualidad; hay otro tirano más diabólico, degenerado y perverso que Don Plutarco Elías Calles y que aun no ha terminado su satánica existencia; que ha destrui-

do la bellísima Isla de Cuba y que ha llevado a miles de cristianos cubanos a gritar también

frente a los pelotones de fusilamiento el triunfante grito heroico de : ¡VIVA CRISTO REY, VIVA CUBA LIBRE! ¡Gloria eterna a los valientes mártires de América!

FINIS CORONAT OPUS

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