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Por lo general las personas pueden ser agrupadas en dos grandes grupos por sus requerimientos de sueños, un tipo de personas muy activas y duermen menos que la gran mayoría, pero sin embargo están bien despejados durante todo el día, mientras que por otro lado tenemos el tipo de persona inactivo, que duerme durante diez horas y todavía se siente decaído por el día.
El fenómeno del sueño se ha estudiado por muchos grupos de expertos y sus resultados en síntesis ofrecen patrones de sueños normales, durmiendo ocho horas por las noches para la mayoría de los casos de las personas que hacen ejercicios regularmente. Sin embargo, los grupos de personas que no tienen hábitos de hacer ejercicios tienen sueños erráticos o desarrollan insomnio crónicos, incluso manifiestan problemas de irregularidad intestinal.
Por ejemplo, los astronautas durante viajes largos, duermen irregularmente y es consecuencia de la inactividad provocada por la falta de peso en el espacio, añadido al normal deterioro que está asociado con estar largos periodos de tiempo a gravedad cero, por tanto es imprescindible que los astronautas que vayan a permanecer largos periodo de tiempo en el espacio se preparen físicamente bajo un riguroso régimen de ejercicio, puesto que les ayudaría a dormir mejor y a estar más alerta cuando despertasen. La misma regla se puede aplicar aquí en la tierra, y es cuando dormimos bien estamos mas despejados durante el día.
Ud. puede consultar a un atleta sobre sus sueños, y casi siempre responden que duermen profundamente, y del mismo modo, aquellas personas que se incorporan al ejercicio dicen que el sueño profundo es la primera reacción física que experimentan como respuesta al programa de acondicionamiento. Y no puede haber mucha discusión sobre el hecho de que hacer ejercicio sirve para relajar el cuerpo, por lo que dormir se vuelve más fácil y uno obtiene los beneficios rápidamente.
Las costumbres de la siesta de 20 a 30 minutos hace que las personas estén más despiertas, activas, alertas, y eficientes, aunque conspira con el régimen de trabajo de los Estados Unidos y es que nuestro cuerpo realmente necesita un descansito a esa hora. Quien dice que después de un buen almuerzo no nos entra un estado de ánimo soñoliento, y valga la aclaración que cuando decimos un buen almuerzo es nutritivamente saludable, y por tanto el deseo de dormir la siesta no se le debe atribuir a una mala dieta, aunque sin dudas una dieta inadecuada puede exacerbar la somnolencia que casi todos sentimos después del almuerzo, pero no es el factor que la provoca.
Hacer ejercicios regularmente ayuda a dormir debida y suficientemente. Así que si nos necesita, estamos a su disposición para cualquier aclaración o consejo personal en el 3008 S Dixie Hwy, West Palm Beach, Fl 33405 o a través del 561-512-9081, o vía info@calvetpersonaltraining.com , incluso visítenos en www.calvetpersonaltraining.com .
Requerimientos de sueños