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Si supiera que hoy es que voy a dormir, te abrazaría fuertemente, oraría para ser el fiel guardián de tu alma. Si supiera que esta es la última vez que te veré salir de casa, te daría un abrazo y un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que ésta es la última vez que voy a escuchar tu voz, grabaría cada una de tus palabras
para oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que éstos son los últimos minutos te
repetiría que te quiero y no asumiría tontamente que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero si me
equivoco y HOY es todo lo que nos queda, me gustaría decirte ¡Cuánto te quiero y que nunca
te olvidaré!
El mañana no le está asegurado a nadie. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, si el mañana no llega seguramente lamentarás el día que no
sacaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso, un “perdóname”; porque tus ocupaciones fueron tu preferencia. Mantén a los que amas cerca de ti. Diles con frecuencia cuánto los necesitas, cuánto los amas y trótalos bien. Toma tiempo para secar las lágrimas que tú mismo
hiciste brotar. Aprende a decir: “por favor”, “gracias”, “me equivoqué”.
Dice una frase: “nadie te recordará por tus pensamientos secretos”. Pide a Dios la fuerza y la sabiduría para saber expresarlos a tiempo. No sabemos si mañana podremos hacerlo.
La vida no es un pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de
pasadizos en el que tenemos que buscar nuestro camino, perdidos y confusos, deteniéndonos de vez en cuando por un callejón sin salida. Pero si tenemos fe, siempre se abre una puerta ante
nosotros, quizás no sea la que imaginamos; pero si será finalmente la que demuestra ser buena
para nosotros…
(tomado de la revista El Alma Hispana)
Si supiera
