
(AP) — Un fuerte sismo de 7,6 grados sacudió el lunes varios estados del occidente y centro de México justo después de que varias regiones del país participaran en un simulacro y el mismo día que tembló con fuerza en 1985 y 2017, aunque en esta ocasión el balance fue mucho menos letal.
Horas después del terremoto se había reportado sólo un muerto por el desplome de una estructura y un herido, aunque el balance era todavía preliminar. Sí hubo daños estructurales en diversos edificios, incluidos hospitales, en dos estados de la costa del Pacífico que todavía se evaluaban el lunes por la tarde.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo se produjo a las 13.05 hora local (1805 GMT) con epicentro entre el estado de Michoacán y el de Colima, a 15,1 km de profundidad.
“Empezó despacito y luego fue muy alto, y siguió y siguió hasta que comenzó a aplacarse”, dijo Carla Cárdenas, una adolescente de 16 años de Coalcomán, la localidad más cercana al epicentro y que se encontraba en el hotel de su familia.
“Se tronó el techo de la cochera y se vino al suelo y hay grietas en las paredes del segundo piso”, agregó en conversación telefónica.
La joven dijo que algunas viviendas de su calle presentan grietas en las paredes y que se habían derrumbado algunas fachadas y parte del hospital de la localidad, aunque según las autoridades sin lamentar víctimas.
La Coordinación Nacional de Protección Civil pidió a la población mantenerse alejada de las playas porque se esperaban “variaciones anómalas del nivel del mar de hasta 82 centímetros sobre el nivel de la marea en la región de generación del sismo” y “corrientes fuertes en la entrada de los puertos”. Poco después las autoridades mexicanas descartaron la posibilidad de tsunami aunque seguían en alerta.
Irlanda Villa, desde Coahuayana, un pueblo costero justo en los límites de Michoacán y Colima, afirmó que aunque se cayeron algunas bardas y muros en la esa localidad, cundió el pánico porque “temíamos que se iba a salir el mar, pero al final todo bien”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, tras hablar con los gobernadores de esas dos entidades y con otras autoridades civiles y militares, indicó que el único muerto reportado dos horas después del sismo era una persona en el puerto de Manzanillo, en Colima.
Según Laura Velazquez, la responsable nacional de Protección Civil, el fallecimiento se produjo por la caída de una estructura dentro de un centro comercial. Asimismo señaló que tenían noticia de un herido en un hospital rural Michoacán y de daños materiales en otros dos centros sanitarios de la zona, que fueron evacuados, así como en varias iglesias.
El sismo se sintió al menos en una decena de estados del país, incluida la capital, donde no hubo daños serios pero sí cortes de electricidad y telefonía temporales y muchos nervios dado lo simbólico de la fecha.
Un 19 de septiembre de 1985 un terremoto de 8,0 grados destruyó gran parte de la capital y mató al menos 9.500 personas. Ese sismo marcó tanto al país que se escogió la fecha para hacer simulacros y concienciar a la población ese día. Pero en 2017, tras el ejercicio, el suelo volvió a temblar. Un movimiento telúrico de 7,1 azotó la capital y sus alrededores y mató a más de 360 personas, la mayoría en Ciudad de México.