“Teddy Cross”

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Por: Rafi Escudero

Las Aventuras y Desventuras del Senador Ted Cruz

Se llama Rafael Edward Cruz y nació en Calgary, Alberta, Canadá, hijo de Rafael Bienvenido Cruz y Elizabeth Wilson Darragh.

Su padre, oriundo de Matanzas, Cuba relata haber sido torturado y encarcelado por haberse opuesto a la dictadura opresiva de Fulgencio Batista y luego admite haber formado parte de las fuerzas revolucionarias cubanas lideradas por Fidel Castro. Dice que entonces, a los catorce años, no tenía conocimiento que Fidel fuese comunista. Dice además que años más tarde se convirtió en uno de los críticos opositores de Castro, después que éste tomo control y comenzó a apoderarse de la propiedad privada y a reprimir a los opositores del régimen.

Hoy por hoy, a “Teddy Cross” se le conoce como Ted Cruz y es miembro del senado de los Estados Unidos en representación del estado de Texas.

Este modelo hispano-canadiense, además de haberle vendido su alma hispana al movimiento denominado como el “Tea Party” y pasarse la vida tratando de ubicar sus posiciones a la derecha de la derecha nacional, se autodenomina responsable de haber liderado el cierre del gobierno federal por dos semanas durante las cuales millones de norteamericanos perdieron ingresos y la nación dejó de devengar entradas estimadas en veinticuatro billones de dólares.

Su distinguido padre se trepa en tribuna constantemente para acusar al presidente Obama de ser comunista y casi sostiene haber estado presente y ser testigo ocular del nacimiento de Obama en Kenia, África.

No ha podido todavía ninguno de los dos establecer que nuestro presidente ha comenzado a apoderarse de propiedad privada ni que intenta reprimir a los opositores de su gobierno, pero, si pretende que todos los ciudadanos tengamos acceso costeable a los servicios de salud, tiene que ser comunista.

Finalmente, ambos, que llegaron aquí de otras tierras y han tenido largas y tendidas oportunidades de progreso, se oponen a que se le den las mismas oportunidades que ellos recibieron a once millones de indocumentados, quienes esperan en las sombras de la segregación de clases, la oportunidad de que se les reconozca su esfuerzo en favor de cada actividad nacional en la que laboran y producen en beneficio de todo nuestro pueblo.

No puede un ser humano de esa calaña llamarse Ted Cruz y pretender representar el espíritu de la hispanidad en nuestra nación.

Tiene que llamarse “Teddy Cross”.