Zalamería

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Dice el Diccionario Larousse en español que zalamería es una demostración

afectiva de cariño. Entre varios de sus sinónimos están: halago, gatería, lisonja, adulación. El mismo diccionario anota que el sustantivo zalamero (a) se aplica a

una persona o animal que demuestra cariño de una forma exagerada o fingida,

generalmente para conseguir algo.

Esa clase de personas existe por ¡montones! en todas partes y se “descubren”

cuando ellas menos lo piensan. Lo que pasa es que, como dice un refrán popular:

“nadie sabe cuando va a saltar la liebre, entendemos por fin a quien debemos

evitar.

Hacer esta clase de descubrimientos nos sorprende pero no nos causa un mal

grande porque reaccionamos y caemos en cuenta que la verdad siempre sale a

flote y que tapar o encubrir la verdadera forma de ser, siempre a la larga va a

permitirnos elegir bien a nuestras amistades.

Exageraciones de afecto manifestado especialmente de personas que sabemos

sufren del mal grave de la envidia nos debe poner “alertas y cautelosos” a fin

de evitar que esa persona nos use, nos manipule y, como es lógico nos traicione.

Lo que debemos hacer es estar lo más lejanos posible de las personas zalameras

y así evitaremos caer en un juego en el cual nosotros somos el juguete y la

diversión.

Como decía un antiguo comercial: “ojos abiertos, oídos despiertos” debe ser la

consigna que mantengamos para evitar ser el “blanco” de todos aquellos que

conjugan hábil y fácilmente el verbo fingir.

Lo cierto es que, y de verdad vale la pena que sin denunciar al zalamero (a) nos alejemos sin reproches, con la boquita calladita aunque parezcamos tontos o ciegos. No importa, nosotros sabemos que no lo somos. Lo cierto es que:

“ Caras vemos, corazones, NO SABEMOS”.-

Zalamería