El idilio de Boca Juniors y las definiciones desde el punto penal en la Copa Libertadores no tiene fin.
Con dos atajadas del arquero Sergio “Chiquito” Romero, el equipo “xeneize” se impuso el miércoles 4-1 a Racing de Avellaneda en la tanda, tras igualar sin goles en el tiempo reglamentario, y avanzó a la semifinal del torneo regional, en la que enfrentará a Palmeiras.
En el estadio El Cilindro de Buenos Aires, el enfrentamiento de vuelta por los cuartos de final entre los equipos argentinos fue parejo y con pocas ocasiones de gol, al igual que ocurrió la semana pasada en La Bombonera.
Así se llegó a la resolución desde los once metros y, como también había sucedido en octavos de final frente a Nacional de Uruguay, Romero volvió a ser figura al detener los remates de Gonzalo Piovi y Leonardo Sigali.
“Por suerte, me tocó ayudar de vuelta. Hicimos méritos de local y hoy supimos manejar un partido duro”, señaló Romero, que había atajado dos penales en la llave de octavos de final. “Desde los 12 pasos es suerte, y esta vez cayó de nuestro lado. Hay que estar, poner el cuerpo y ayudar a los compañeros”.
El cobro definitivo fue anotado por Marcos Rojo, que continuó con el acierto que antes habían tenido Exequiel Zeballos, Lucas Janson y Edinson Cavani.
“Fue una serie pareja. Somos un equipo que sabe sufrir y jugar, y creo que fuimos justos ganadores”, indicó Rojo, quien, junto con Romero, fue subcampeón mundial con la selección argentina en 2014. “‘Chiquito’ confía mucho en él y sabíamos que, si llegábamos a los penales, nos iba a ayudar”.
Cavani, quien tuvo una de las oportunidades más claras en el segundo tiempo, firmó el tercer penal de Boca.
“Sabíamos que Racing era un buen equipo. El objetivo era pasar, estas instancias son así”, señaló el delantero uruguayo. “Los pateadores estuvimos bien, y en las tandas de penales sacamos la diferencia. Creo que lo merecemos, allá fuimos superiores y aquí creo que también tuvimos nuestras ocasiones”.
