
El Eurostep que llevó a Manu Ginóbili al Salón de la Fama tal vez debió llamarse el Manustep.
La maniobra — una finta en la que daba un paso en una dirección y de inmediato se cambiaba a la otra dirección para sacarse la marca del defensor y penetrar hacia el aro — fue el sello de presentación del argentino. La dominó de tal manera que fue calcada por muchos en la NBA.
Y puede decirse que esa jugada le abrió el paso al Salón de la Fama.
El cuatro veces campeón de la NBA con los Spurs de San Antonio y campeón olímpico es la figura sobresaliente en la ceremonia de exaltación este sábado en Springfield, Massachusetts.
Ginóbili disputó sus 16 temporadas en la NBA con San Antonio, haciendo sociedad con Tim Duncan y Tony Parker, uno de los mejores tridentes vistos en la liga.
Tim Duncan (izquierda), Manu Ginóbili (centro) y Tony Parker en la banca de los Spurs en 2014. (AP Foto/Darren Abate)
“Es algo que nunca te ibas a imaginar”, dijo Ginóbili sobre su incorporación al Salón de la Fama. “Empiezas a jugar porque te gusta, es divertido, estás con tus amigos. Y ahora, cuando pensaba que no iba a recibir más sorpresas con el final de mi carrera, recibo un reconocimiento como este. Te hace evocar un poco el pasado, tu historia, y resulta ser increíble”.
Ginóbili no es el primer jugador internacional de la NBA exaltado en Springfield. Pero es el primero seleccionado por el comité de Norteamérica, o sea ha sido elevado esencialmente por los méritos de su trayectoria en la NBA, y no por lo hecho internacionalmente.
De inmediato advierte que no será el último nombre en esa lista. El francés Parker, el alemán Dirk Nowitzki y el español Pau Gasol van a tener su momento.
“Me siento orgulloso de ser parte de esa generación que cambió el juego, de cómo se percibía el juego, los jugadores internacionales recibiendo reconocimiento”, dijo Ginóbili. “Fue divertido ser parte de ello”.