
“Fue vital para interpretar Gonzalo Rodríguez Gacha y a la misma vez todo un desafío actoral”
El Gacha fue un campesino ambicioso, cruel, sanguinario y astuto. En las minas, Gonzalo encuentra una gema legítima que en vez de entregarla a su amada, le sirve para comprar su primer cargamento de marihuana.
Al ver el negocio que se abría ante sus ojos, Gonzalo Rodríguez Gacha entiende que el consumo de droga en los Estados Unidos solamente se puede satisfacer con el montaje de una cadena de producción industrial, la que se origina en los llanos y que en menos de 5 años se convierte en el núcleo de una multinacional de venta de cocaína con alcance mundial.
Sobre cómo fue crear su personaje, Juan Sebastián Calero admite que ha sido el más temible y difícil que ha hecho, tratándose de Gonzalo Rodríguez Gacha.
“El mundo de los bandidos es bien difícil de vivir. Difícilmente conseguí información de su intimidad, de su día a día, de hecho antes de empezar las grabaciones tuve chance de conocer a una persona que empezó trabajando con él y que se convirtió casi en su mano derecha, él compartió conmigo muchas cosas que fueron para mí de gran valía. No hay dudad que El Mexicano era un visionario para los grandes negocios, buscaba monopolizar desde la producción hasta la venta al menudeo, el transporte y la distribución de la droga”.
Calero confiesa además que aparecer en la audición del personaje fue gracias a la producción, ya que físicamente era muy diferente al narcotraficante.
“Muy buen trabajo realizó el equipo de maquillaje y la gente de vestuario para ayudarme a darle la caracterización que exigía mi personaje. Admito que físicamente no soy la persona más parecida a Gacha pero después de que cada mañana pasaba por las manos de esta gente tan profesional, la verdad es que me sentía como en otra sintonía, alguien muy cercano a El Mexicano. Esto sin duda fue vital para interpretarlo y a la misma vez todo un desafío actoral”.
Como experiencia, asegura el actor bogotano que ha sido bien enriquecedor recibir este personaje.
“Ha sido una oportunidad maravillosa, y para las personas que nos dedicamos a esta carrera actoral es poder abarcar mundos diferentes al propio y hacer cosas muy distintas. El poder haber interpretado a un personaje con una experiencia de vida tan compleja, en un hecho que marcó la historia de Colombia y con ese grado de crueldad que tiene esta gente para lograr sus cometidos fue muy tenaz, y no es que quiera justificarlo”.
Y puntualizo Juan Sebastián Calero.
“Sabemos que fue un trabajo arduo, de todos, de hecho salió una buena producción en donde se invita a la reflexión y por eso era tan importante e interesante poder mostrar el lado de las víctimas de esa lucha, de quienes no se vendieron al negocio del narcotráfico”.