Estudiantes vuelven a las calles a pesar de amenazas

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por Francisco Tabernilla

Miles de estudiantes retomaron las calles de Venezuela para continuar las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro, desafiando sus amenazas de asumir una línea mucho más dura contra ellos tras de acusarles de participar en un “golpe de Estado en desarrollo”, escribe en elNuevoHerald.con el periodista Antonio María Delgado, quien nos ha ofrecido versiones y datos reales sobre la grave situación que, semana tras semana, existe en Venezuela.

Las manifestaciones el miércoles 12 dejaron un saldo de tres muertos y 66 heridos,

profundizan la crisis político-económica que enfrenta Maduro, cuyo régimen ordenó en la madrugada el arresto del líder opositor Leopoldo López por su presunta participación en los planes de desestabilización.

López pasó la mayor parte del jueves en su casa, acompañado por sus abogados, esperando la visita de los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional que recibieron la orden de arrestarlo.

Ceca de 2,000 estudiantes marcharon nuevamente en Caracas, extendiendo a 10 el número de jornadas consecutivas de protestas. Las manifestaciones fueron realizadas en desafío a la advertencia del régimen de que detendría a todo el que saliera a marchar sin permiso.

“¿Quiénes somos? Estudiantes. ¿Qué queremos? Libertad”, fue el grito de batalla de algunos de los jóvenes que se manifestaron sin incidentes durante horas mientras llevaban pancartas con consignas como “No más violencia, no más represión” o “Este gobierno va a caer”.

Otros, que exigían justicia para los estudiantes que murieron el miércoles, gritaban: “Maduro, cobarde, asesino de estudiantes”.

Los manifestantes se desplazaron por varias cuadras rumbo a la autopista que enlaza de este-oeste la capital y bloquearon los dos sentidos de circulación. Los manifestantes abrieron finalmente el paso vehicular sin incidentes violentos.

Maduro, en un encendido mensaje por radio y televisión, denunció que estas acciones demostraban que su gobierno estaba siendo víctima de un golpe de Estado.

Pero analistas consultados dijeron que las acciones del gobierno ante las manifestaciones de los estudiantes y de la población, y en particular los violentos ataques emprendidos el miércoles por grupos armados dejaron al relieve una intencionalidad del régimen de agrandar el caos, con miras a facilitar la suspensión de las garantías constitucionales.

“Maduro no tiene más alternativas que tratar de hacer algo así”, comentó en Miami el

asesor político venezolano Esteban Gerbasi.

“Para justificar la crisis económica que es inmanejable, con los anaqueles de los supermercados vacíos, la no existencia de los repuestos de carros, la falta de medicamentos que ya no se encuentran en el país, y en definitiva para poder él mantenerse en el poder en ese contexto, él necesita irse sobre la Constitución y las leyes, y asumir los poderes especiales que le otorga un autogolpe”, explicó.

Entre tanto, representantes del partido de Leopoldo López, Voluntad Popular, dijeron que el dirigente aguardaba tranquilamente su arresto.

“López está en Venezuela” y no tiene planeado salir del país porque “no tiene rabo de paja y no tiene miedo”, dijo Carlos Vecchio, dirigente del partido, en una conferencia de prensa. El dirigente tomó la oportunidad para rechazar las acusaciones formuladas contra López, enfatizando que fue el régimen el verdadero autor de la violencia del miércoles. “Es el gobierno el que ha orquestado un plan”, agregó.

El canciller Elías Jaua afirmó el jueves que el gobierno tomará “medidas de Estado” para garantizar el orden en todo el país y evitar la violencia, pero no detalló cuáles serían las disposiciones.

El régimen de Nicolás Maduro parece tambalearse frente a las protestas estudiantiles que hace dos semanas sacuden a Venezuela, con analistas advirtiendo que la sostenibilidad del gobierno corre peligro si no logra desactivarlas rápido..

“El país –agobiado por una situación de bancarrota económica, una situación de criminalidad al límite, una situación de apartheid político, una situación de penetración y

coaptación de libertades, una situación de persecución y una pérdida absoluta de legitimidad- está reaccionando como un grupo humano indignado”. Dijo el asesor político Orlando Viera Blanco.

“Esto tienen aspecto de ser un fenómeno expansivo que nace de la gallardía de los jóvenes, pero en vista de esa fatiga, producto de esas madres que están preocupadas

por el fututo de sus hijos, producto de la inseguridad, producto de le escasez, producto de esos viejos que ya no reciben pensiones, producto de esa clase media que está atrapada en el desempleo, y producto de otras cosas más, esto está en vías de convertirse en otra cosa.

Es un fenómeno que rueda cuesta abajo como una bola de nieve, concluyen los analistas.

“Que nadie se equivoque, este es un movimiento de movimientos en proceso, que comienza con un movimiento juvenil pero poco a poco van a ir sumando otros procesos,

otros sectores, hasta llegar a toda la sociedad civil, comentó Diego Moya Ocampos, analista para América Latina.

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