Advertencia sobre advertencia

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El pasado lunes míster Tom Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos se reafirmó en su promesa de que no cejará en sus esfuerzos para lograr que la Cámara de Representantes Federal apruebe la ley de reforma inmigratoria. En su planteamiento a este respecto, míster Donohue añade que, de no atender dicha legislación el Partido Republicano se puede quedar en su casa en las elecciones presidenciales de 2016.

“Si los republicanos no hacen esto, dijo Donohue, no deben ni molestarse en postular un candidato en el 2016”. Comiencen a mirar quienes son los votantes.

Mientras Donohue hacía estos señalamientos en Washington, el Senador Marco Rubio continuaba alejándose de todo lo que tiene que ver con la reforma de inmigración, para ir de ese modo congraciándose con el liderato del “Tea Party” y la ultraderecha del GOP, quienes lo llevaron a donde está y le dieron la espalda tan pronto habló de arreglar la situación de inmigración que se vive en los Estados Unidos.

Por el otro lado el Senador Ted Cruz, ni se da por enterado de los problemas que afectan parte de nuestros hermanos hispanos. Ese, que no se olvide que es canadiense por nacimiento cuando venga a buscar los votos nuestros después de habernos ignorado durante su incumbencia en el senado.

Estamos esperanzados que el estudio que está siendo realizado por la sección de Inmigración y Aduana (ICE) del Departamento Seguridad Nacional (Homeland Security) por órdenes del Presidente, produzca de alguna forma un plan maestro para que los indocumentados que tanto trabajo y esfuerzo invierten en nuestro país, puedan resolver permanentemente su estatus migratorio de modo comiencen a formar parte integral de la sociedad a la cual tanto contribuyen.

Esa solución permanente terminaría además con las injusticias que hasta ahora se han cometido cuando las deportaciones dejan a hijos sin padres y madres sin esposos y separan familias cuyos hijos son ciudadanos de los Estados Unidos de América.

El Congreso republicano tiene la obligación de actuar a favor de esos ciudadanos que sufren los estragos de la mala administración de las leyes existentes.

Si no actúan ahora… hay que despedirlos de sus trabajos con nuestro voto.

Están advertidos por Donohue, y por nosotros.

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