
[sam_ad id=”19″ codes=”true”]
Continuando con su política de hostilidad abierta contra los inmigrantes, el estado de Arizona comenzó a denegar el otorgamiento de licencias de conducir a los “dreamers” amparados por el Gobierno Federal con la ley de “acción diferida”, a quienes se concede permiso de trabajo y número de seguro social mientras se define su estatus migratorio.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) criticó la nueva política de ese estado diciendo en un comunicado de prensa que “Este cambio sólo refleja el deseo de la gobernadora, Jan Brewer, de castigar aún más a los inmigrantes al negarles licencias que necesitan para ir al trabajo y a las escuelas”.
En ningún otro estado de los estados Unidos se ha adoptado una posición tan dura contra los inmigrantes, como en Arizona, y la ACLU asegura que entre los inmigrantes a los que ahora se les niega la licencia de conducir se incluyen posibles víctimas de violencia doméstica, tráfico humano y explotación sexual. La ACLU, además, calificó de “vengativo” el cambio de política.
El portavoz de la gobernadora Jan Brewer describe la medida como un simple “cambio de política” pero no ha podido negar que es demasiado abierta la discriminación y la política de odio contra los inmigrantes.
Arizona aumenta abiertamente hostilidad contra inmigrantes