
Por Mayda Ochoa
Psicología de la Energía (3)
En dos artículos anteriores vimos como en los años 70 comenzó una revolución en la forma en que las personas pueden eliminar muchos traumas que obstaculizan su existencia y le impiden obtener mejores metas y una vida mejor. Esa revolución se llama Psicología de la Energía.
Pero los sabios indios y chinos de la antigüedad ya sabían del poder de la energía que compone nuestros cuerpos. Ellos fueron los primeros en descubrir la conexión entre la circulación de la energía, y los estados de salud o enfermedad, tanto física como mental.
Cinco mil años después, Einstein se quitaba el sombrero al decir que toda materia es energía… y una paciente del doctor Deepak Chopra, le demostraba al famoso médico un camino corto, muy corto, para deshacerse de su depresión.
Para Chopra esa paciente había sido un caso frustrante durante dos años. Padecía una combinación de síntomas persistentes, incluyendo irritabilidad intestinal, cansancio, insomnio y depresión, y Chopra no encontraba manera de curarla.
Ninguna de sus dolencias era mortal –explica Chopra-, pero su vida se había convertido en algo muy miserable. Los tratamientos convencionales mediante antidepresivos y calmantes no habían servido de nada; tampoco Chopra tuvo ningún éxito utilizando sus conocimientos de Ayúrveda, uno de los sistemas médicos más antiguos del mundo.
Pero un buen día –cuenta Chopra-, [la paciente] se fue a Tanglewood, la residencia de verano de la orquesta sinfónica de Boston, un lugar idílico para un picnic. Se tumbó sobre una chaqueta a cuadros, y estuvo escuchando música, tomando el sol y desayunando apaciblemente.
La paciente descubrió de pronto que se sentía muy feliz y aquella noche durmió como un bebé, pues llevaba años durmiendo muy mal. Pero Chopra explica que a pesar de eso, ella estaba tan acostumbrada a sentirse enferma que ese acontecimiento no cambió su vida. Y así transcurrió un año más de vida miserable.
Pero un día ella regresó a Tanglewood y le volvió a pasar lo mismo. Todos los síntomas desaparecieron aquel día y durmió de forma serena. Pero esta vez se dio cuenta de lo que le había pasado. Fue a ver a Chopra con recortes de revistas de medicina que trataban del síndrome SAD (Seasonal Affective Disorder), o sea, “Trastorno Afectivo de Temporada”.
El SAD (que curiosamente se traduce al español como “tristeza”) se trata de un problema que sufren algunas personas que al llegar el invierno se deprimen, sin causas aparentes. Hoy se sabe que el origen del síndrome está en la glándula pineal, dentro del cerebro, la cual funciona gracias a la luz, y la falta de luz en invierno la trastorna.
La próxima semana veremos cómo reaccionó esta paciente a la recién estrenada felicidad, que ella no conocía. [Tomado de mi libro “Tu Ser Cuántico”, que saldrá próximamente.]
Todos los derechos reservados.
Para reproducir este artículo, por favor, de el crédito correspondiente de la autora y el medio donde lo leyó.
Ejercicio de sanación cuántica
Detecta la energía de su cuerpo
Primero relájate. Respira tres veces rítmicamente. Ahora frota vivamente tus manos durante unos 10 segundos.
Seguidamente, coloca las manos frente a ti con las palmas alejadas a unos 12 pulgadas, mirándose la una a la otra, como en la foto.
Lentamente comienza a acercarlas. Cuando estén cerca (unos 3-6 pulgadas) siente una presión sutil, que emana de las manos, como cuando acercas dos imanes. Sepáralas lentamente de nuevo, concentrándote en lo que sientes, y vuelve a acercarlas. Sentirás como si estuvieras tocando un campo de energía.
Sigue acercándolas y separándolas para hacer una bola de energía con tus manos. Lo sentirás como si fuera algo físico y material. Eso es energía pura.
Cuando hayas logrado hacer la bola de energía, cierra tus ojos y relájate. Toma esa energía y lleva tus manos a cualquier parte de tu cuerpo que te duela o no esté funcionando bien. Este es un poderoso ejercicio de sanación cuántica.
(Más en mi libro “Tu Ser Cuántico”, que saldrá pronto. Si quieres separar un ejemplar envíame un email.)
Tu cuerpo es un río de energía