
[sam_ad id=”19″ codes=”true”]
Cuando en 1987 el presidente Reagan dijo “Mr. Gorbachev, tear down this wall” (derrumbe ese muro) el mundo entero sintió en sus corazones la emoción de un futuro de unión y paz.
Pero hoy en día hay un muro de hierro aquí mismo en los Estados Unidos, que está separando familias y rompiendo corazones. Decenas de inmigrantes mueren cada año en un territorio desértico cuando tratan de cruzar a Estados Unidos. Ellos sólo quieren trabajar y conseguir una vida mejor.
Hace 20 años, Yolanda Rave viajó de Colombia a Florida con su familia, con visas de turistas y se quedaron. Pero hace 7 años, una pequeña infracción de tráfico cambió su vida: Yolanda fue deportada, la familia separada, y el futuro de todos ellos truncado. Desde 2009, 2 millones de familias han sufrido ese castigo.
El año pasado, la Operación Mariposa, recaudó fondos para que las madres pudieran viajar hasta la zona fronteriza, y Yolanda pudo abrazar a una de sus hijas, pero sólo a través de la valla de hierro en la frontera de Nogales en Arizona.
Ahora, nosotros somos los que le decimos al presidente de esta poderosa nación: Presidente: ¡tear down this wall! ¡Derrumbe ese muro y pare las deportaciones!
Un muro de hierro que nos separa